miércoles, 27 de agosto de 2014

CONSERVAS


Pues aquí estamos querida comarca. Hoy, os escribo un pequeño consejo que todos solemos dudar como hacer. Espero que os quede claro y no dudéis en probar a hacerlo. 
Como os diré muchas veces, no hay nada mejor que lo casero. Y ésta es una buena manera de que no se pierda nada y siempre tengamos cosas en nuestra despensa esperando a ser comidas.

LIMPIEZA DE LOS RECIPIENTES

Antes de utilizar cualquier tarro de vidrio, debemos lavarlo bien con detergente y agua caliente. Si se prefiere, se puede usar el lavavajillas.
Una vez limpios, hay que esterilizarlos.

ESTERILIZACIÓN

El proceso de esterilización es muy sencillo: se introducen los tarros en una olla ( pota, cazuela..) con agua y se deja que ésta hierva durante unos 10 minutos. Una vez hervidos, sacar los tarros y escurrir bien.

ESTERILIZACIÓN DE LOS RECIPIENTES LLENOS

Cubrir el interior de una olla con un trapo de cocina y colocar los tarros encima, separados entre sí, así se evitará que los frascos choquen y se rompan. Llenamos la olla de agua y esperamos que ésta hierva a fuego lento. Mantenemos el fuego entre 20 y 40 minutos. Es importante que dejemos enfriar los tarros antes de sacarlos del agua.

CIERRE HERMÉTICO

Debemos dejar alrededor de un centímetro entre la conserva y la tapa del frasco, pues al calentar durante la esterilización la conserva se expande ayudando a la creación del vacío.
Durante el proceso de enfriamiento de los tarros también se podrá formar el vacío.
Doce horas después conviene probar que las tapas estén cerradas herméticamente. Para ello, bastará con presionar el centro de la tapa, si la tapa recupera su forma cuando se para de apretar, significa que no está bien cerrada.
No debemos usar tapas deformadas o estropeadas, ni reutilizar tapas que ya hayan sido usadas al vacío.

ETIQUETADO

En la etiqueta debe de ir escrita la fecha de elaboración y el contenido del tarro. Las conservas caseras por lo general aguantan un año, así que debe consumirse durante ese periodo.
Lo mejor es usar tarros pequeños, pues su consumo sería más rápido evitando que se pierdan antes de finalizar.

ALMACENADO

Los tarros deben almacenarse en lugares oscuros, secos y frescos, nunca cerca de fuentes de calor. La humedad corroe las tapas y estropea el material que permite el cierre.
Se dice que la temperatura ideal rondaría entre los 10º y los 18ºC.

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